¿Y tú qué has hecho de aquella boca?:

La historia de un bolero.

Fue en una de tantas exquisitas noches que solíamos disfrutar los melómanos amantes de la trova en los años noventas en el interior del Hotel El Castellano, sitio donde se reunía la “Asociación de Amigos de la Trova Yucateca A.C.” que preside hasta nuestros días el Ingeniero Roberto Mac Swiney Salgado, cuando el Sr. Rafael De Pau Canto, Vicepresidente en aquel entonces de dicha agrupación, nos comunicó con gran alegría que acababa de poner música a un poema que halló en un viejo libro, el cual era firmado por R. Sopo Barreto.
La canción la tituló “Aquella boca”, pues ese era el título de la poesía y fui precisamente yo quien tuvo el privilegio de estrenar aquella composición.
Apenas terminaba mi interpretación cuando un alud de aplausos expresó a la perfección la profunda admiración que todos sentimos en ese momento por el autor de tan bella melodía y el atronador sonido llenó todos los rincones del Salón “El Cid”; la canción era realmente hermosa y yo estaba embriagado de emoción ante la espontánea y emotiva aprobación que tuvo aquella primera presentación pública de la composición de Rafael De Pau.
Por desgracia - nunca ha de faltar un pelo en la sopa - el trovador y compositor Gustavo Vega Navarrete (q.e.p.d.) se levantó de su asiento y para sorpresa de todos los presentes acusó de plagiario a Don Rafael De Pau, manifestando que aquella canción, que él mismo decía conocer a la perfección, era de la autoría del compositor cubano Eusebio Delfín.
En una reunión posterior, el Ingeniero Roberto Mac Swiney, que ya había conseguido una grabación del tema de Eusebio Delfín la presentó públicamente y puso a consideración de la audiencia si era idéntica, o cuando menos parecida, a la compuesta por Don Rafael. El punto en disputa era que, tanto uno como el otro compositor, habían elegido el mismo poema para musicalizar.
El autor de esos versos es Rogelio Sopo Barreto, médico y poeta cubano muerto el 14 de marzo 1959 en una prisión de Cuba mientras se encontraba en calidad de preso político. No pude hallar mayores datos sobre este escritor, pero supe que en el año de 1947 era Médico Cirujano de la Marina en Cuba y que también destacó en la oratoria y en la poesía.
Otro dato relevante es que durante las elecciones realizadas el 8 de Enero de 1956 en Cienfuegos, resultó electo presidente de la Sección de ciencias históricas del Ateneo de esa ciudad sureña.
Tanto Rafael De Pau como Eusebio Delfín habían musicalizado el poema en ritmo de bolero; sin embargo, al compararlas se determinó que no tenían ningún parecido entre sí; pero que ambas eran demasiado bellas.
También se comentó en aquella reunión que no resultaba un hecho extraño el que un mismo poema fuera musicalizado por más de un compositor.
Sin embargo y a pesar de haber estado presente durante dicha diligencia, el Sr. Vega Navarrete se encargó de seguir difamando a Don Rafael De Pau y a su composición. Este hecho entristeció tan profundamente al Sr. De Pau que decidió cambiar la letra de aquella hermosa canción para no generar más controversia.
La letra de “Aquella boca” del Dr. Rogelio Sopo Barreto es la siguiente:
¡Que dulce fue el beso con que nuestra boca
encendió de amores a otra boca en flor!,
Cuando con el beso toda el alma loca
milagrosamente palpitó de amor.
¡Que dulce la boca que ardorosamente
con besos ardientes hicimos sangrar!,
¡Ay! pero más dulce es la boca riente
de aquella que nunca podremos besar.
Para esta tarea, solicitó al trovador Jorge Mézquita que le redactara un nuevo texto para su melodía. Como los días pasaban y la letra no resultara del todo convincente para Don Rafael, me permití escribir yo mismo unos versos para su composición y éstos sí fueron de su agrado.
El título del tema cambió a “Tú aromas la rosa” y la letra dice así:
Tú aromas la rosa, tú enciendes la estrella
y mil cosas bellas tú puedes lograr;
pero lo que nunca, ni en sueños, consigas
será que mi vida te deje de amar.
Si con la mirada tú inventas mi aurora,
¡Qué harás si tu boca me llega a besar?...
Lo que ni las rosas, ni estrellas ni auroras,
tus ojos, tu boca lo pueden lograr.
Y hasta aquí termino con la anécdota de este bolero que lleva versos de Felipe García y música de Rafael De Pau Canto.
Finalmente, quise hacer una pequeña investigación sobre el autor de la otra melodía…

En más de alguna ocasión hemos escuchado interpretar a nuestros trovadores un hermoso bolero titulado “En el tronco de un árbol” y que muchos, aún hoy, creen que es un tema de autor yucateco.
En realidad, su verdadero título es “¿Y tú qué has hecho?” el cual se debe a la autoría del compositor de origen cubano Eusebio Delfín, quien la concibió en el año de 1924, sobre unos versos que halló por casualidad en un almanaque y de los cuales nunca pudo recordar el nombre de su autor.
Fue el 1º de abril de 1893 cuando vio la luz primera este trovador en un pueblo del centro de Cuba, muy cerca de Cienfuegos, el cual fue fundado por Agustín de Serize y Xenes el 12 de enero de 1842 y al que éste llamó Palmira, en recuerdo de una ciudad Siria del mismo nombre (hoy ya desaparecida). A Eusebio Delfín se atribuye el haber logrado introducir la música trovadoresca en las altas esferas sociales, pues él no abrazó la vocación musical por necesidad como, por lo general, solía ocurrir en aquellos tiempos, sino que lo hacía por amor al arte musical.
Estudió en uno de los mejores colegios de Cuba que pertenecía a los Hermanos Maristas, pues su familia era de clase acomodada y podía gozar de esos privilegios. Además recibió formación musical desde muy temprana edad especializándose en la guitarra.
Además de su posición como director de un banco cubano que le permitía cierto desahogo económico estaba casado con una hija del magnate del Ron Emilio Bacardí Moreau, quien a su vez era hijo de Facundo Bacardí Massó, empresario español avecindado desde 1830 en la isla de Cuba y fundador de la Compañía Licorera Bacardí.
Su primera aparición como trovador profesional fue en el Teatro Terry de Cienfuegos en 1916, acompañándose él mismo con la guitarra. Como compositor siempre defendió la necesidad de utilizar letras de poetas para las canciones.
Fue uno de los primeros músicos cubanos en tener acceso, en 1923, a un estudio de grabación portátil procedente de los Estados Unidos. Esa sesión se realizó el día 15 de marzo y en ella se incluyeron 10 temas de los cuales tres eran de su autoría. Se dice también que era un hombre de muy buen corazón, pues dedicaba parte de sus ganancias a obras benéficas.
Aunque nunca fue un gran guitarrista sí se le atribuye el mérito de introducir algunos cambios en la manera de acompañar los boleros, pues en aquel entonces se acostumbraba acompañarlos con el típico rayado o rasgueado que Eusebio Delfín ingeniosamente cambió por un ritmo semi-arpegiado que causó gran sensación entre los trovadores por su originalidad adoptando éstos de inmediato ese nuevo estilo interpretativo. Eusebio Delfín murió en La Habana, el 28 de abril de 1965.
¿Y tú que has hecho?
Eusebio Delfín
En el tronco de un árbol una niña
grabó su nombre, enchida de placer,
y el árbol conmovido allá en su seno
a la niña una flor dejó caer.
Yo soy el árbol conmovido y triste
tú eres la niña que mi tronco hirió;
yo guardo siempre tu querido nombre
y tú , ¿Qué has hecho de mi pobre flor?
Este hermoso tema se ha seguido cantando en la península de Yucatán hasta nuestros días a grado tal que mucha gente sigue pensando en él como una joya más de la Trova Yucateca. Es por eso que quise, en este artículo, aclarar su origen y hacer un esbozo de quien fuera en vida su creador.
Pero también en nuestra tierra se han creado canciones bellísimas que merecen ser promovidas o corren el riesgo de caer en el oscuro abismo del olvido. Se hace necesaria la oportuna intervención de las autoridades culturales de los estados para promover programas que coadyuven al enriquecimiento y rescate de la herencia cultural que nuestros músicos nos van legando y en las que han dejado gran parte de su vida.
Un ejemplo de este rescate es la bella canción “La calle se vuelve clara” que lleva versos de Ricardo López Méndez y música de Pepe Gómez la cual casi nadie interpreta en la actualidad. Durante un homenaje al Vate López Méndez interpreté este tema en compañía de la soprano Laura Moguel en el Teatro Olimpo de la Ciudad de Mérida, Yucatán.
José Felipe García Vargas.
Mérida, Yucatán, México a Miércoles 15 de Abril de 2009.
